Estamos en una sociedad con un ritmo de vida acelerado y cada día se asumen responsabilidades más exigentes y sin darnos cuenta nos acostumbramos a las reacciones que se dan en nuestro cuerpo frente a ellas, es decir, nos acostumbramos a sentir estrés y todo se realiza de manera acelerada, dormir poco, comer rápido y hasta demostrar poco afecto porque no hay tiempo para un abrazo.
Lo que quizás no sabías es que el estrés afecta en las relaciones sexuales con la aparición de diversas disfunciones. Una situación estresante altera las hormonas masculinas y los sistemas que están implicados en el proceso de erección y eyaculación, los problemas más frecuentes en el hombre. En la mujer, provoca problemas en la menstruación, la falta de lubricación que hace que la penetración sea más dolorosa e incluso difícil. Para ambos problemas de libido, pérdida del deseo sexual, entre otros.
Recomendaciones para que el estrés no afecte las relaciones sexuales en la pareja
La comunicación es fundamental: si te sientes estresado es bueno compartir con tu pareja esta información de cómo el estrés afecta las relaciones sexuales, para que pueda comprenderte y así ambos buscar soluciones para el estrés.
Buscar tiempo para los dos: planificar encuentros con tu pareja, como: escapadas de fin de semana, desconectados de las responsabilidades en ambientes que favorezcan la relajación, donde la comunicación y la conexión entre ambos se haga más cercana. Si tienen hijos, buscar espacios para estar solos y conectarse mutuamente.
Crear un ambiente sensual: dentro del hogar puede preparar una cena romántica, encender velas aromáticas, música, perfume, ropa sexy, con la intención de conectar el uno con el otro.
Especialistas del Instituto de Neurociencia de la Universidad de Princeton, en Estados Unidos aseguran que el sexo ayuda a reducir el estrés, y entre más frecuente, menores son los niveles de éste y tener múltiples encuentros sexuales a diario durante un período de dos semanas, consiguen reducir drásticamente la liberación de cortisol (la hormona del estrés).
Además, el estudio también demuestra que practicar sexo frecuentemente aumenta la neurogénesis (formación de nuevas neuronas) así como el número de conexiones entre células nerviosas y reduce los niveles de ansiedad.