El sexo es un tema que en oportunidades resulta ser incomodo hablarlo entre adultos, imagínense como afrontar este universo con los mas pequeños de la casa. Sin embargo la sexualidad es uno de esos temas importantes que desde temprana edad se tiene que hablar, así los niños con ayuda de sus padres logran crear un buen desarrollo mental con respecto a la educación sexual, y poder conseguir un buen manejo de los inconvenientes en los niños desde muy temprano.
Debemos entender que la sexualidad no empieza en la adolescencia, pues desde que los niños empiezan a explorar sus partes, empiezan a surgir miles de preguntas con respecto a su cuerpo. Los padres tienen que estar preparados para este tipo de interrogaciones, pues son los crean la importancia sobre este tema y los acompañan en un desarrollo sano y completo desde muy temprano.
Normalmente las preguntas empiezan a surgir a los 3 años de edad, pues los pequeños empiezan a tomar conciencia de las diferentes partes entre niños y niñas, causando mucha curiosidad, es en ese punto donde los padres toman las riendas del asunto, ya que se les enseñan los nombres de las parte de su cuerpo, pero, no solo quedándonos en la cabeza, manos y pies, demos recordar que el cuerpo humano no solo esta compuesto por ellas.
La educación sexual debe ser de una manera natural en el día a día, pues debemos recordad que tenemos que construir una base de confianza y aprovechar las oportunidades que los propios niños ofrecen para hablarlo, como cuando se van a bañar, cuando se tocan o si ven a una pareja besándose, son muchos factores que los niños pueden visualizar para empezar hablar de esta ecuación.
Como padres debemos tomar en cuenta que los niños son como una esponja, es decir, absorben las cosas que observan y aprenden, por ello debemos ser el modelo a seguir para los pequeños, de esta forma podemos lograr que el niño logre determinar por si solo las cosas que son buenas y malas para el y como se expresa el afecto a los demás, tanto en un nivel físico como emocional.
Es por ello que estas conversaciones relacionadas a la sexualidad no se tienen que ver con miedo, pues es de allí donde el infante logra desarrollar ciertos conocimientos que son nuevos para el, ya que el desarrollo sexual no solo comprende la parte intima, pues esta va de la mano junto con las emociones y afectos, pues ambos son indispensables en las edades tempranas. Hablar de ello no es malo, gracias a esto podemos obtener una normalización sexual y una buena información la cual favorece una manera positiva el mejoramiento de la autoestima con una actitud positiva hacia su sexualidad y crear seguridad y que disfrute de sus emociones y sensaciones.