El miedo al sexo es mucho más común de lo que parece, que por pena lo mantienen reservado, pero es una realidad que afecta tanto a hombres como mujeres en diferentes aspectos. Las personas que sienten este temor evitan cualquier tipo de aproximación de la pareja, el contacto íntimo (los besos y las caricias) con sus parejas, que con el tiempo pueden llegar a perder el deseo sexual por completo. Esto implica diferentes sentimientos, desde el temor hasta, el disgusto, el asco o la ansiedad ante cualquier tipo de comportamiento que tenga enfoque sexual.
Posibles causas:
- Búsqueda de la perfección en la vida sexual.
- La ansiedad.
- Ver pornografía desde temprana edad y temer a no cumplir con esas expectativas.
- Baja autoestima, sentir incomodidad con su cuerpo.
- Trauma ocasionado por una violación o abuso.
- Angustia por posible embarazo.
- Personalizar los problemas sexuales de otros en uno mismo.
- Exceso de información.
Posibles soluciones
El primer paso es identificar el problema, una vez que se tenga la información, las posibles soluciones son variadas:
Psicoterapia individual: buscar las causas del problema, para solucionar los conflictos psicológicos que alimentan ese miedo.
Terapia de pareja: para fortalecer la relación y mejorar la vida sexual.
Orientación sexual: para eliminar las falsas creencias que generan el miedo al sexo que impiden disfrutar plenamente de la intimidad con la pareja.
Hipnosis: con el objetivo de generar un estado de relajación que permita explorar las causas inconscientes del temor al sexo.
Mindfulness sexual. Consiste en entrenar la mente para que enfoque en disfrutar las sensaciones del presente.
La comunicación y el apoyo de la pareja juegan un papel muy importante para que este temor desparezca con éxito. Luego que se supere se continúa con terapias para que la persona tenga autoestima y sienta seguridad.